Transición Ecológica y Fecam avanzan la estrategia contra la contaminación por plásticos en invernaderos
El plan de trabajo contempla un inventario de explotaciones, requerimientos
a los propietarios, campañas de concienciación y soluciones para facilitar el
almacenamiento y aprovechamiento de estos residuos
La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación
Territorial del Gobierno de Canarias y la Federación Canaria de Municipios (Fecam) han
mantenido este lunes, 17 de febrero, un encuentro para abordar la problemática de los
plásticos derivados de los invernaderos en el Archipiélago y determinar una estrategia de
trabajo conjunta en la que se impliquen los ayuntamientos y los cabildos insulares.
En esta primera reunión estuvieron presentes el titular del departamento autonómico,
José Antonio Valbuena; la presidenta de la Fecam, María Concepción Brito; y el
presidente de la Comisión de Política Territorial, Sostenibilidad y Transición Ecológica de
la Federación Canaria de Municipios, Ignacio Rodríguez.
El primer paso en esta agenda de trabajo lo dará el propio Gobierno de Canarias, a través
de la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural, inspeccionando este tipo de
instalaciones y elaborando un inventario de invernaderos para hacerlos llegar a los
distintos ayuntamientos.
A partir de ese momento, los consistorios requerirán a los propietarios la retirada de los
residuos plásticos derivados de esta actividad y el traslado de los mismos a los complejos
ambientales correspondientes. De manera paralela, se trabajará con gestores específicos
para que aprovechen estos desechos y puedan convertirlos en combustible a través de su
tratamiento. Ambas instituciones también acordaron desarrollar diferentes campañas de
concienciación sobre esta problemática orientadas a los profesionales del sector.
En último término, José Antonio Valbuena avanzó que se estudiará con la Consejería
regional de Agricultura la posibilidad de condicionar el acceso a determinadas ayudas, en
función del estado de conservación de los invernaderos por parte de los propietarios.