Museos de La Gomera: educar desde la Historia
Más de 6.000 personas visitan anualmente los museos de la isla
Escribir del pasado de un lugar supone abrir la puerta a conocer aquellos hitos que marcaron su historia. En medio del Atlántico, los relatos eran sucedidos por narraciones de la memoria donde había ataques piratas, colonizaciones y el tránsito marítimo que tenía una parada obligada en Canarias. En este contexto, La Gomera no quedó al margen, y así, las historias que venían de atrás, de lo más antiguo, quedaron de alguna forma almacenadas en esos cofres con tesoros que son hoy los museos de La Gomera. Tanto el etnográfico como el arqueológico.
El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, asegura que estos espacios aportan “un importante valor a la isla, porque condensan gran parte de su legado de forma que los residentes, y también los visitantes, lo pueden conocer a partir del dinamismo y la información que se aportan en sus salas”. Prueba de esto es el paulatino incremento en el número de visitantes que anualmente registran los centros y que ya se colocan por encima de los 6.000, “contribuyendo así en la divulgación del patrimonio cultural, etnográfico y arqueológico, de la isla”.
Recorrer los museos de la isla es adentrarse en los entresijos de multitud de pequeñas historias que tuvieron lugar en La Gomera. El Museo Etnográfico insular está ubicado en un edificio de dos alturas en el barrio de Las Hoyetas, en el municipio de Hermigua. Este espacio revive las costumbres y la vida de sus habitantes a partir de la realidad social, y en él cobran vida edificaciones, utensilios del hogar o herramientas, alimentos y manifestaciones festivas, manufacturas y tradiciones milenarias…
Sentido diferente es el que aporta el Museo Arqueológico insular que ocupa la Casa Echeverría de San Sebastián. En este caso la exposición refleja la vida de los antiguos gomeros, de dónde vinieron, cómo se asentaron, cómo utilizaban los recursos naturales, en qué creían, qué veneraban o algunos de los elementos que nos legaron, como el Silbo Gomero o buena parte de nuestra toponimia.
Los museos insulares se han ido convirtiendo poco a poco en laboratorios de investigación y de educación. La consejera de Patrimonio, Rosa Elena García, explica que se han diseñado varias líneas de trabajo con la mirada puesta en la protección y la conservación; la educación y difusión; la investigación; la gestión y la coordinación. Estos cuatro ejes constituyen los ámbitos en los que trabaja el equipo de profesionales que allí se emplazan.
García destaca que además, entre las medidas en las que anualmente se trabaja está el control y registro de los yacimientos arqueológicos de la isla, que incluye la redacción y revisión de la información sobre los yacimientos que van siendo descubiertos. Con este trabajo se irán completando las llamadas cartas o inventarios arqueológicos de los municipios, que permitirán disponer de una base para emprender otros proyectos de gestión, protección o incluso investigación.
Además, anualmente se celebra el Día Internacional de Los Museos y bianualmente el Foro de los Museos, que en el presente año promueve su VI edición. En materia educativa, subraya la relevancia de disponer de una guía pedagógica como es el Plan Educativo de los Museos refrendado por especialistas de la Universidad de La Laguna; en el presente año la metodología que aplica dicho plan será sometida a una reflexión conjunta con el fin de mejorar su calidad y productividad. Estas semanas, está siendo el CEO Santiago Apóstol quien ha podido utilizar el centro como entorno para aprender historias sobre la isla, al tiempo que éstos jóvenes visitantes se divertían jugando y alimentando su creatividad.
Investigación continua
Una de las vertientes menos conocida de los museos es la de la investigación que coordina Juan Carlos Hernández. A lo largo de estos años se han fortalecido las estrategias de colaboración con las dos universidades canarias, participando en proyectos de investigación que se agrupan en varios campos: la sociedad pastoril, la explotación del litoral isleño, el calendario y las prácticas rituales, el monte durante la prehistoria, las manifestaciones rupestres, la bioantropología, el tiempo durante la prehistoria de la isla o la arqueología histórica.
Con esta perspectiva orgánica de la investigación pretendemos ir dando pasos ordenados, con una orientación determinada en la búsqueda de respuestas. Un ejemplo son las dataciones. Hasta hace poco disponíamos en nuestra isla de una docena de dataciones, algunas de las cuales actualmente no pueden ser tenidas en cuenta. Desde el año pasado contamos con 57 nuevas dataciones para la prehistoria de nuestra isla, y que nos conducen desde el contacto con los europeos en el siglo XV (Cuevas de Herrera González, Tazo-Alojera) hasta las primeras ocupaciones de La Gomera. Hoy podemos afirmar que disponemos del yacimiento arqueológico de habitación prehistórica con la datación calibrada más antigua del archipiélago, sobre un elemento de vida corta: El Lomito del Medio se ocupó en la segunda mitad del siglo I después de Cristo.
Los resultados en la investigación van llegando poco a poco, son caminos de largo recorrido que exigen dedicación y empeño. El trabajo en red con empresas, con administraciones y otros museos, además de una visión multidisciplinar y colaborativa en el trabajo, son otras claves importantes. La investigación es la válvula de oxígeno de cualquier museo que pretende conocer la historia de un lugar; que es uno de los fines del patrimonio que atesoran los museos. Es decir, conocer para conocernos, aprender del pasado para proyectarnos en el futuro.